El poeta Miguel Hernández interpretó la obra de teatro Los semidioses del chipionero Federico Oliver Crespo

El poeta Miguel Hernández interpretó la obra de teatro Los semidioses del chipionero Federico Oliver Crespo


En el centenario de la muerte del oriolano Chipiona y sus personajes ilustres son protagonistas

Por Juan Mellado

Así lo ha desvelado el catedrático de Literatura y doctor en Filología Jesucristo Riquelme en el documental “Miguel Hernández” (2010), dirigido por David Lara y Francisco Rodríguez, y que ha emitido en reposición meses atrás La 2 de Televisión Española con motivo del centenario de la muerte del poeta oriolano.
Según el catedrático Hernández se forja en el teatro como actor y utiliza el arte de Talía como método para su ascenso social. El teatro como una de sus pasiones. Así desde 1927 forma parte del cuadro artístico musical de la Casa del Pueblo de Orihuela. La colección La farsa distribuida en quioscos se convierte en su lectura favorita.
En ese contexto es donde aparece la figura del chipionero Federico Oliver Crespo con la participación como actor de Hernández en la obra Los semidioses (1), entre otras obras de diversos autores como Joaquín Dicenta con su Juan José.

La importancia de la interpretación de estas obras es que le van a influir en su teatro futuro por lo que la figura de Oliver Crespo queda enaltecida con el paso de los años. Paradójicamente cuando Hernández interpreta a Oliver Crespo el poeta es un desconocido que se abre camino y el chipionero un personaje en la cresta de la ola literaria. Hoy día salvo los estudiosos escasa gente recuerda a Oliver Crespo, abuelo del cineasta Jaime de Armiñán. En Chipiona, tierra natal de Oliver Crespo la tarja que recuerda su memoria en la calle Larga en el domicilio donde nació se encuentra desde hace años en un estado muy lamentable sin que hasta ahora se haya acometido su reparación. Se da la circunstancia que el próximo 2023 se cumplirá el 150 aniversario de su nacimiento.

Desde hace unos años en Chipiona se recuerda la figura de Miguel Hernández. El primer paso fue en 2010 cuando el Pleno celebrado el 30 de marzo aprobó solicitar a los diferentes organismos públicos la reparación y reconocimiento personal de Miguel Hernández, la revisión y anulación de su condena. Esta propuesta fue formulada por Izquierda Unida representada por su concejala Isabel María Fernández y contó con los votos favorables de PSOE, PSA y la misma proponente. Por su parte los cuatro ediles del PP evitaron pronunciarse sobre este reconocimiento al valorado como poeta del pueblo y se abstuvieron aludiendo a que no habían tenido tiempo de estudiar la propuesta.
En aquella ocasión se reflejaba en prensa que en el caso de Chipiona se daba la curiosidad de que a pesar de existir numerosas calles con nomenclatura de poetas, entre ellas la del mediocre y represor del Magisterio José María Pemán, no existía ninguna con el nombre de Miguel Hernández a pesar de haber transcurrido tantos años de su muerte y ser literato de reconocida valía. Se exponía entonces que “aunque pueda parecer oportunista, no estaría mal que con motivo de la celebración este año del Centenario de su nacimiento, el ayuntamiento chipionero plantease la rotulación de una calle con su nombre.
En lo que respecta a la propuesta presentada a Pleno por Izquierda Unida, que reproducimos a continuación, la concejala Isabel María Fernández expuso que El poeta Miguel Hernández, nacido en Orihuela (Alicante), fue condenado a muerte por su compromiso con el pueblo y con los ideales de progreso y cultura de la Segunda República Española; por hacer de la poesía su mejor arma revolucionaria.

Miguel Hernández es un ejemplo de poeta comprometido con los valores de la persona, con el mundo del trabajo, con la libertad y la justicia.
Cuando terminó la guerra, fue detenido, encarcelado y condenado a muerte por un Tribunal Militar de la dictadura franquista en el Consejo Sumarísimo 21001, el 18 de enero de 1940, por los delitos de “chivato traidor” y “ser el poeta del pueblo”, penas conmutadas por treinta años de cárcel, que fue cumpliendo por varias de ellas. Hasta que gravemente enfermo, murió en el Reformatorio de Adultos de Alicante el 28 de marzo de 1942.

Miguel Hernández forma parte del patrimonio cultural de la humanidad; su poesía, sigue siendo palabra en el tiempo para denunciar la injusticia y luchar por la libertad; él no entendía el papel del poeta y del intelectual si no estaba arraigado en un compromiso social y político; no desertó nunca de su clase social, de su condición de campesino pobre, ni del poder transformador de la palabra.
Desde IU se está impulsando y promoviendo desde distintos ámbitos, de manera conjunta o en colaboración con otras iniciativas institucionales y académicas, intelectuales y artistas; la revisión y anulación total de la sentencia de pena de muerte, y la reparación y reconocimiento personal del poeta injustamente condenado por defender al gobierno legítimo de la Segunda República.
En este sentido apoyamos y defendemos de manera incondicional a la familia de tan insigne poeta, así como a otras instituciones; en todas aquellas propuestas que se programen o realicen sobre Miguel Hernández, encaminadas a la reparación y reconocimiento personal de dicho poeta.

Al respecto y en similares términos, ya se ha pronunciado la Sra. Vicepresidenta del gobierno, Dña. María Tersa Fernández de la Vega.
Por todo lo anterior, el Grupo Municipal de IU-LV-CA somete a la consideración del Pleno:

Primero:
Apoyar la petición formal ante el Gobierno de España de la familia de Miguel Hernández, para que públicamente se repare y reconozca la injusta condena franquista al poeta.
Segundo:
Apoyar igualmente a la familia del poeta, en su petición ante el Tribunal Supremo para que se revise y anule definitivamente su condena a muerte.
Tercero:
Dar traslado de estos acuerdos al Parlamento Andaluz y al Congreso de los Diputados; así como a la Presidencia del Gobierno de estos.
“Tristes guerras si no es amor la empresa. Tristes, tristes.
Tristes armas si no son las palabras. Tristes, tristes.
Tristes hombres si no mueren de amores. Tristes, tristes”
Miguel Hernández.

El parque de Las Vaqueras, Poeta Miguel Hernández
Posteriormente en enero de 2014 se anunció que “Chipiona homenajeará a la figura del poeta Miguel Hernández poniéndole su nombre al parque de Las Vaqueras que se corresponde con el espacio urbanizado recientemente en la confluencia de la Avenida Félix Rodríguez de la Fuente y la carretera de Rota para ubicar el mercadillo de los lunes. El parque estará en un futuro junto a la calle continuación de la avenida de Málaga que unirá este espacio con la avenida de Almería.
Con esta propuesta de Izquierda Unida, apoyada por todos los partidos de la Corporación, se pretendía tributar un reconocimiento personal y profesional al pastor poeta de Orihuela, que fue condenado a muerte por su compromiso con el pueblo y con los ideales de progreso y cultura de la Segunda República Española. Miguel Hernández es un ejemplo de poeta comprometido con los valores de la persona, con el mundo del trabajo, con la libertad y la justicia.
Más adelante el 27 de marzo del mismo año Chipiona hizo justicia dando a un parque el nombre de un poeta clave en la literatura española del siglo veinte, ejemplo de compromiso con los más débiles, Miguel Hernández.
La propuesta fue presentada por Izquierda Unida a la Comisión para la revisión del callejero. En ella se recoge que Miguel Hernández forma parte del patrimonio cultural de la Humanidad y su poesía sigue siendo palabra en el tiempo para denunciar la injusticia y luchar por la libertad.

La comunidad educativa del Instituto Caepionis, ubicado junto al nuevo parque, también ha participado en el acto con tres de sus alumnos que han leído una semblanza de Miguel Hernández y dos de sus obras más representativas, la conocida poesía Para la libertad y el soneto Mis ojos sin tus ojos.

La Delegada de Cultura, Davinia Valdés, abrió destacando la trayectoria literario y personal de Miguel Hernández y de cómo desde muy pequeño su vida estuvo unida a la poesía.
El Alcalde de Chipiona, Antonio Peña, se mostró orgulloso de que Chipiona ya cuente con un lugar destinado a Miguel Hernández en un espacio que se ha dignificado y dotado de infraestructura para convertirlo en parque público que servirá para el disfrute de todos y que, al mismo tiempo, contribuirá a que perdure la obra y los valores que transmite la figura de uno de los poetas imprescindibles del siglo veinte.

El artista José Mercé, enamorado desde su juventud de la poesía del autor de Orihuela, participó con unas palabras muy emotivas en las que afirmó que Miguel Hernández es el poeta de más profundidad que ha dado nuestra literatura.

El próximo 2023 se cumplirá el 150 aniversario de su nacimiento de Federico Oliver Crespo

(1)Federico Oliver Crespo, (Chipiona, provincia de Cádiz, 22 de octubre de 1873 – Madrid, 22 de febrero de 1957), escultor, escritor, dramaturgo y director teatral, primer presidente de la Sociedad General de Autores, padre de la actriz Carmen Oliver y abuelo del director y guionista de cine Jaime de Armiñán… A los pocos años se trasladó a Sevilla, donde estudió escultura y participó en la reforma de la Catedral. En 1894 fue a Madrid para ingresar en la Escuela de Pintura, Escultura y Grabado, y obtuvo en 1897 medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes por su grupo escultórico Sin pan, de acusado realismo.
Su amistad con los dramaturgos hermanos Serafín y Joaquín Álvarez Quintero, quienes le instigaban a escribir, le fue llevando al mundo del teatro, aunque su relación con la farándula no se redujo a su faceta creativa, ya que fue director artístico de la compañía de su esposa, la actriz Carmen Cobeña. El éxito de su primera pieza La muralla (1898), donde esta actriz trabajaba, le llevó a consagrarse por entero al teatro. Se casó en 1903 y formó ese mismo año con su esposa una compañía que llevó a la escena numerosas obras de autores españoles, entre ellos Benito Pérez Galdós (Casandra), Miguel de Unamuno (La esfinge), Jacinto Benavente (Señora ama) y José López Pinillos (Hacia la dicha y La otra vida), así como la primera versión contemporánea de La Celestina de Fernando de Rojas en 1909, arreglada por el crítico Francisco Fernández Villegas «Zeda». Hizo giras por España y América y en 1914 se encargó de la dirección artística del Teatro Español.
La producción dramática de Oliver sigue dos líneas fundamentales: la comedia de crítica de costumbres de impronta regeneracionista en la línea de Galdós y Joaquín Dicenta, y la comedia burguesa. A la primera pertenecen sus piezas más conocidas: La muralla (1898), melodrama que, con el mundo obrero de fondo, explora la controvertida relación entre un aprendiz de escultor y la hija de un aristócrata.

Los semidioses (1914), su obra más conocida y representada, una apuesta compleja en la que desarrolla algunos de sus temas predilectos: bajo la evidente crítica del vicio por la fiesta nacional representado por el padre y el hermano del protagonista, se esconde una honda reflexión en torno a la abulia y el cainismo como males endémicos del pueblo español, solo erradicables a través de una educación pautada y estricta. (Wikipedia)
EL TEATRO SOCIAL DE FEDERICO OLIVER
MARCO COELLO Universidad de A Coruña
Considerada por muchos su obra maestra y la más conocida del autor, la sátira dramática Los semidioses ataca la desmedida afición a los toros y la idealización del torero, devociones entusiastas que provocan la dejadez, asociada al fanatismo, de la gente en lo que se refiere a la cuestiones vitales de la sociedad, lo que suscitó, en su época, una gran polémica y cruce de opiniones al lograr apasionar al público en pro o en contra de las tendencias de la obra según fuesen o no aficionados al mundo de los toros, puesto que, como muy bien ha visto Díaz Pardeiro, «el español podía ser indiferente en religión, escéptico en política, pero en cuanto al arte taurino, o es un adepto fanático o es un detractor incendiario».
Federico Oliver metió el dedo en la llaga al tratar este tema al que considera como uno de los cánceres de la patria.23 Tal y como apunta Alejandro Miquis, el hecho de que España esté, teatralmente hablando, atrasada con respecto al resto de Europa se debe a que en España está el pueblo de las parejas antagónicas; precisamente esta sátira anti taurina critica la polémica sobre los dos toreros de moda, Gallito y Belmonte, como una nueva versión del panem et circensis que embrutece a la población y la aleja de los problemas reales del país, es decir, que se propugna que si los españoles, en vez de malgastar sus fuerzas en defender a sus ídolos o atacar a los de los demás, aunasen esas fuerzas por trabajar por España, mejor le iría a esta sociedad, a este país: de nuevo volvemos a encontrarnos con ese afán reformista que critica la dejadez de los españoles.
Para García Pavón esta obra puso (al igual que el Juan José de Joaquín Dicenta), el retablo castizo boca abajo, al despreciar las preocupaciones de antaño, y al lanzar gritos agónicos. En unión con El pueblo dormido – lo veremos más adelante -, son, en opinión de este crítico, al igual que para Antonio Castellón y Torrente Ballester, «exponentes de las ideas «regeneracionistas» o reformistas, tan frecuentes en todo linaje de expresión literaria y política a raíz de la pérdida de nuestras colonias de ultramar».
Efectivamente, tras la profunda crisis depresiva de España, simbolizada en la guerra de Santiago de Cuba, una serie de autores liberales abundaron en diagnosticar los males de la patria que habían culminado en el desastre, creando un repertorio de ideas «regeneracionistas». Que inmediatamente se vieron amplificadas y difundidas por el teatro, la novela, el artículo e incluso la poesía; ideas regeneracionistas que dieron origen a múltiples variaciones de matiz: si, por un lado, los escritores de primera línea y eruditos compiten por señalar los auténticos valores de España: paisaje, artistas, escritores clásicos, etc., los escritores de tono menor prefieren la postura combativa o la enumeración de los males de la Patria. Es aquí donde se sitúa Oliver al criticar, en estas dos obras, la inculun mero intento de sainete melodramático, ya no sabemos qué se debe proponer en estas obras para que se les considere como propugnadoras de un teatro crítico social y político.
-Fuentes:
-Elaboración propia
-RTVE
-Wikipedia
-Radiotelevisión Municipal de Chipiona
– Marco Coello Universidad de A Coruña

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