Nuevo libro sobre Carmen Sevilla, la sonrisa que cautivó a una generación

Nuevo libro sobre Carmen Sevilla, la sonrisa que cautivó a una generación

Cumplió 91 años el pasado 16 de octubre

Las últimas imágenes emitidas de la artista antes de agravarse su enfermedad corresponden a las de su 81 cumpleaños, hace diez años..

Carmen Sevilla, ‘la novia de España’, es el título de un nuevo libro editado por Sevilla Press con motivo del 91 cumpleaños de la artista que se celebró el pasado 16 de octubre del 2021.
El libro de 182 páginas y más de cien fotografías muchas de ellas inéditas, ha sido escrito por el periodista sevillano Alfredo Sánchez se encuentra ya distribuido a todas las librerías de España , grandes superficies y Amazon.
Es el sexto volumen de una colección de vidas gráficas que comenzó con Canta Rocío Canta y Soy Raphaelista de la periodista Marina Bernal dedicados a Rocío Jurado y a Raphael, y continuó con los libros Superviviente Pantoja, Paquirri en Primera Persona y Jesulín 3.0, estos tres últimos también del periodista Alfredo Sánchez.

Las últimas imágenes emitidas de la artista antes de agravarse su enfermedad corresponden a las de su 81 cumpleaños, por lo que desde hace diez años poco se sabe de la artista , salvo que vive retirada de la vida pública y perfectamente atendida, aunque su cautivadora sonrisa no se ha borrado de su rostro.

Carmen García Galisteo, Carmen Sevilla, se encuentra en la residencia Sanyres de Aravaca, en Madrid, donde sólo dos personas pueden visitarla: su único hijo, Augusto, y su fiel Moncho Ferrer, persona de confianza.

Carmen Sevilla, ‘la novia de España’, nació el 16 de octubre de 1930 en la ciudad que le dio el nombre con el que triunfó en todo el mundo. En concreto, en el barrio de Heliópolis, en un chalet propiedad de su abuelo donde existe en la actualidad una placa con el nombre de la artista.

Fue bautizada en la mismísima Catedral de Sevilla ante la imagen de la Virgen de los Reyes, patrona de la ciudad recibiendo el nombre de María del Carmen García Galisteo. Su padrino fue D. Antonio Olmedo, director del periódico ABC de Sevilla.

Y fue en el barrio de la Macarena, en el número 23 de la calle Feria, donde creció con el sueño de ser bailarina. La hija del letrista de Estrellita Castro e Imperio Argentina aprendió a bailar en la academia del famoso bailaor Realito, situada frente a su casa. La escuela de baile pasó después a la Alameda de Hércules, donde un azulejo lo recuerda. En las calles de Sevilla se empezó a construir la carrera de esta mujer bellísima y polifacética.

La mujer que enamoró a grandes actores de Hollywood, que triunfó en la música y en el cine y que, tras unos años alejada de los focos, resucitó, y de qué manera, como estrella de la televisión.

En realidad, Carmen Sevilla nació en 1931 y no en 1930 como dicen las biografías. A diferencia del resto de las folclóricas de la época, se puso años en vez de quitárselos. Así le explicó la propia Carmen Sevilla al periodista Manuel Román la tradicional confusión con su año de nacimiento: «En las enciclopedias, en cualquier texto biográfico sobre mí, consta como nacida en Sevilla en 1930. ¿Y sabes por qué? Pues porque cuando yo empecé de jovencilla, amadrinada por Estrellita Castro, era menor de edad y para ser profesional tenía que sacarme obligatoriamente el carné del Sindicato Nacional del Espectáculo donde, no teniendo la edad mínima exigible para que me lo facilitaran, tuve que ponerme un año más. Y claro, la cosa siguió, fue rodando y ya no me fue posible rectificar. Pero te lo digo bien clarito, que yo vine al mundo ¡en 1931!».

Su padre, Antonio García Padilla (fallecido el 17 de febrero de 1987 en Madrid) era hijo de un periodista andaluz y escribía letras para las canciones de películas en donde actuaban actrices españolas como Imperio Argentina, Concha Piquer o Estrellita Castro, que nació en la calle Mateos Gago de Sevilla a la sombra de la Giralda y que curiosamente también fue bautizada en la Catedral de Sevilla.

Su madre, Florentina Galisteo Ramírez, vivió casi 100 años (10 de octubre de 1904-23 de julio de 2004). Carmen Sevilla era nieta de José García Rufino (1875-1943), un periodista satírico andaluz que firmaba como Don Cecilio de Triana, y de Catalina Padilla Ragares, sus abuelos paternos. Era la mayor de otros dos hermanos: Antonio (1932-26/07/1999) y José (fallecido el 24/08/2015) García Galisteo.

Carmen nació en el barrio residencial de Heliópolis, cuyo nombre significa ‘Ciudad del Sol’ en griego, muy cerca del estadio del Real Betis y en una vivienda unifamiliar de las que se construyeron para los visitantes de la Exposición Iberoamericana del 29.

Al poco de nacer sus padres se trasladaron a la calle Feria de Sevilla a una casa situada entre la Capilla de Montesión y la Parroquia de San Juan de la Palma y fue allí donde la actriz vivió la Guerra Civil, aunque según sus memorias el único recuerdo que guarda de esa época es el de ver algunas iglesias ardiendo.

Una vez que terminó la guerra civil española (1936 -1939), su familia se trasladó a Madrid. Allí pudo asistir a clases de canto y baile en el Conservatorio de Música.

Su actividad profesional comenzó a muy temprana edad allá por los años cuarenta, en plena etapa de la adolescencia. Desde entonces bailó, cantó, se convirtió en una notable actriz y posteriormente en una popular presentadora de televisión.

Durante los noventa años de su vida, Carmen Sevilla ha vivido en sus propias carnes la soledad. Primero la elegida, cuando decidió retirarse a la finca de Herrera del Duque junto a Vicente Patuel. Luego la sobrevenida, cuando se quedó viuda. Y, por último, la más triste, la que vive actualmente por culpa del Alzheimer.

Hasta los 80 años estuvo trabajando, presentando con Inés Ballester el programa Cine de Barrio en TVE, y con éxito. Siempre agradeció la oportunidad laboral de estar frente a las cámaras y en su despedida profesional se emocionó.

Valerio Lazarov fue quien la recuperó para los platós. Se había retirado al campo junto a su segundo marido, Vicente Patuel. En Extremadura, en la finca Los Valles de Herrera del Duque, vivieron casi 30 años. Allí estaba en contacto con la naturaleza y sus queridas “ovejitas” que luego popularizó en televisión.

Valerio la tentó para que volviera a trabajar y ella aceptó, recuperando el esplendor de estrella. Explotó entonces su faceta más cómica y divertida, haciendo del despiste y sus “errores” uno de los recursos más imitados. Eran los tiempos de Telecupón en Telecinco junto a un jovencito Agustín Bravo.

Consiguió triunfar en todos los terrenos. Sus inicios fueron como bailarina. Estrellita Castro la conoció con 12 años y fue su madrina artística. Carmen fue a llevarle unas letras de su padre, el maestro Padilla (Antonio García Padilla) y, al verla, Estrellita decidió darle su primera oportunidad. Después empezó a cantar.

Con sólo 17 años comienza una carrera en el cine que la llevó hasta Hollywood. Su belleza era comparable a su simpatía y fueron muchos los hombres conocidos a los que cautivó, como Charlton Heston o Mario Moreno Cantinflas, que llegó a pedirle matrimonio. Lola Flores contaba en un programa de televisión que fue ella quien le dijo a Carmen que le devolviera a Cantinflas un brillante que le había regalado.

Con su gracia natural decía: “Yo no era mocita entonces, pero ella si, por lo que no podía aceptar ese tipo de regalos. Por eso le dije que de ninguna manera podía quedárselo y tenía que devolverlo”.

Carmen, Lola y Paquita Rico fueron un referente en el cine español de los años 50. Las tres llegaron a protagonizar la película ‘El balcón de la luna’, donde, según contaban testigos, hubo muchas discusiones por el orden en el que debían aparecer sus respectivos nombres en la cartelera. A pesar de esta rivalidad artística, siempre fueron amigas. Carmen es madrina de bautizo de Rosario Flores y, cuando Lolita graba su primer disco, ‘Amor, amor’, con sólo 16 años, viajó con ella a América. Las tres fueron iconos de belleza de una prolífica etapa del cine español.

En el terreno de la música, su canción Carmen de España le hizo llevar con mucho orgullo el nombre de su país por todo el mundo. Después se recicló musicalmente ampliando su repertorio a la balada.

Su vida contada por ella misma

“Yo nací en el Heliópolis, fui bautizada en la Virgen de los Reyes y a me gustaba mucho el baile. Empecé a bailar sevillanas como baila cualquier chica de Sevilla, por las calles con el pianilllo. Y me hice muy amiga de Reyes, la hija de Realito, donde tenía la academia. Yo me iba a la calle de Realito, a la academia, y allí me encontraba a muchos artistas. Era muy chiquitilla, pero me gustaba mucho cantar, me gustaba mucho bailar”, ha contado Carmen.

“Mi padre hacía las canciones de los espectáculos de Estrellita Castro, con Rafael de León, Quiroga o Castellano”.

Recuerda cómo la descubrió Estrellita Castro cuando solo tenía 12 años en el Teatro Calderón de Madrid. “Y entonces me dijo: “Hombre, eres la niña de Padilla” y dije: “Pues sí” y prosiguió: “Me han dicho que bailas muy bien” y : “Pues sí, señora” y me señala: “Súbete ahí.” Y me subí y bailé una sevillana, lo único que sabía, bailar una sevillana”.

“Y le dijo mi padre: “Estrellita, la niña es muy niña y ya sabe usted como es el ambiente…” y le respondió ella con estas palabras: “Mire, usted, Padilla – es que es un poquillo fuerte eh- mire usted, si la niña quiere ser puta es igual detrás de un mostrador que encima de un escenario”.

Carmen recuerda cómo conoció al actor mexicano Jorge Negrete: “Al hacer la prueba en el Palace, me preguntó: “¿Usted sabe montar a caballo?” y respondí: “Pues no señor”, “¿Usted sabe conducir?” y le dije: “Pues no, señor”, “¿Usted sabe nadar?” y lo mismo: “Pues no, señor” y me dijo “Pues entonces ¿Usted qué sabe hacer?” a lo que contesté: “Pues mire usted, yo cantar y bailar un poquito”.

En el programa En noches como esta (2009) explica su retirada del cine: “Vicente me dijo: “Yo quiero tenerte a ti, no que hagas cine. ¿Tú quieres el cine o a mí?” y le dije: “Yo lo que quiero es a ti, mi vida, y terminé totalmente y ya no hice más películas”.

Sobre el final de su matrimonio con el compositor Augusto Algueró dijo: “Yo le inspiraba de qué manera… pero luego, hijo, se iba con otra”.

Respecto a su segundo marido, el ganadero Vicente Patuel, decía: “Es mi cabeza, mis manos, mis pies, mi vida, aunque tengamos peleas y discutamos no se qué y no se cuánto, que si una ovejita más que si una ovejita menos. Pero aquí estoy con Vicente Patuel”.

Carmen Sevilla, a lo largo de su prolífica carrera artística protagonizó más de 70 películas y, de hecho, ella misma ha reconocido: “He tenido mucha suerte en mi profesión, porque también, gracias a Dios, cogí el momento más hermoso del cine español”.

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