
Feliz sexto cumpleaños en el “No no lugar” de Di Galery
Cumplir seis años, mantenerse con una programación continua durante seis años, no es nada fácil ni en los tiempos que corren ni en una ciudad como Sevilla, con un más que reducido coleccionismo de Arte, de Arte de verdad, no souvenirs turísticos ni pseudoarte, porque el lema que rige a los fundadores de DI GALERY –JUAN CRUZ y ROCÍO MÁRQUEZ- ha sido siempre el rigor por encima de todo, lo estrictamente contemporáneo en línea con lo internacional.
Para esta cita, no faltaron artistas participantes, ni representantes públicos de la Cultura como FABIOLA COVES o FEDERICO JAIME.
El curioso título de la muestra es una vuelta de tuerca al concepto de espacio, tanto desde el punto de vista antropológico como urbano, ambiental, físico, existencial, entendido este como espacio de todos, de nadie, transitorio, etc. pues mucho han cambiado las situaciones desde que Marc Augé lo definiera.
Nosotros, vamos a aceptarlo en el sentido sensorial, de lo que nos dice el propio espacio o lugar ubicado en la calle Muro de los Navarros, 66, donde vivirán las obras hasta el 31 de julio para después desplazarse a los de los coleccionistas que las adquieran.
Pero el no no lugar en Arte es también lo que nos dice la obra, lo que va más allá de ella, del espacio físico que ocupa y más allá incluso de su realidad matérica en cuanto se intelectualiza o emociona, digamos que trasciende el espacio donde se ubica y la mentalidad que viene condicionada por el lenguaje del artista y de los espectadores, condicionado a su vez por lo que transmite la obra.
El no no lugar es un juego que se debate entre lo que creemos real, lo representado y las miles de conexiones que pueden establecerse teniendo en cuenta que obra, espacio, autor y observador, no necesariamente visual, sino como ocurre en algunas creaciones expuestas, con el tacto.
Este es el sentido que han pretendido los organizadores para festejar su aniversario y aunque la exposición puede entenderse como minimalista teniendo en cuenta todos los artistas que han expuesto ahí y que por ello abarrotarían las salas, han optado sólo por ocho: DIONISIO GONZÁLEZ, AGUS DÍAZ VÁZQUEZ, ENMA MARTING, PEPE DOMÍNGUEZ, LIVIA DANIEL, PEPE BARRAGÁN, ELADIO AGUILERA y JOAQUÍN SOROLLA, en este contexto, porque la obra tiene que “respirar” en el lugar que ha sido analizado al milímetro previamente para que su comprensión (psicológica y sensorial), sea lo más amplia posible.
La Hoja de Sala redactada con términos cercanos a la psiquiatría -en el sentido de la interpretación de las formas- y al urbanismo –en el sentido del edificio y sus partes cada una en sus entornos- es una reflexión especulativa, que puede considerarse también como otro no no lugar, al prolongar líneas imaginarias que conectan los espacios donde se ubican las obras, las obras mismas y los que las conocemos si quiera sea desde los enormes ventanales de la calle.
Cada obra es única y su espacio, también. No sólo físico, sino lo que emerge, emana de ella. De lo que no se ve pero se siente. Por eso las angulaciones, triangulaciones, diagonales, paralelas,…que pueden establecerse desde los diferentes volúmenes que forman las salas de DI GALERY, siempre van a estar ocupados por esa inmensidad indefinible, por ese “no no lugar” que es la obra de Arte, esa abertura en el suelo, en el aire o en la pared, como es el caso.
El no no lugar, es un lugar hipotético e hipnótico, una doble negación que se transforma en una o múltiples afirmaciones, porque la obra y en palabras de MILAGROS MALDONADO, será siempre una conexión, un intercambio de energías dentro de una misma frecuencia. Si no se produce ese chispazo parecido a una leve electrocutación, hablamos de otra cosa, pero no de Arte, y aquí, cada uno será -o no- el canalizador abducido -o no- por la sala, la obra, el no no lugar de estos y el magnetismo que desprende su recuerdo.
TERESA LAFITA
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