La crónica de Jesulin 3.0 de Ana García en El Mundo  La deuda que Humberto Janeiro contrajo con Rocío Jurado y que ‘obligó’ a Jesulín de Ubrique a convertirse en torero

La crónica de Jesulin 3.0 de Ana García en El Mundo La deuda que Humberto Janeiro contrajo con Rocío Jurado y que ‘obligó’ a Jesulín de Ubrique a convertirse en torero

La deuda que Humberto Janeiro contrajo con Rocío Jurado y que ‘obligó’ a Jesulín de Ubrique a convertirse en torero

Treinta años han pasado desde el 21 de septiembre de 1990. Aquel día la cita era en la plaza de toros de Nimes con una gran expectación. Incluso llegó a la ciudad francesa un avión repleto de sus paisanos de Ubrique que no dudaron en acompañarle en su debut como torero profesional.

Aquel día, Sebastián Jesús Janeiro Bazán, Jesulín de Ubrique, tomaba la alternativa, con José María Manzanares (padre) ejerciendo de padrino y en presencia de Emilio Muñoz.

Con motivo de este 30 aniversario, la editorial Sevilla Press ha editado el libro Jesulín 3.0, escrito por el periodista Alfredo Sánchez, quien hace un repaso por su vida con fechas y personas claves a lo largo de 22 breves capítulos combinados con más de 150 imágenes, algunas de ellas inéditas, del diestro gaditano con amigos, compañeros y familia. Sin olvidar detalles tanto de sus padres como de las dos mujeres de su vida.

El autor dedica este libro «a Carmen Bazán, matriarca de la familia más mediática del mundo de los toros, y a Humberto Janeiro en el recuerdo».

El libro comienza recordando a otro grande del toreo, a Manuel Benítez, el Cordobés, y hace una comparativa entre ambos. Si Benítez lanzaba billetes de cien pesetas desde el balcón de la pensión en la que se alojaba para atraer la atención de la gente y llenar las plazas, Jesulín se bajó los pantalones en televisión, en directo, para mostrarle a Mercedes Milá que las cogidas que había sufrido eran de verdad.

Mediático, y mucho, como cuando decidió organizar una corrida de toros sólo para mujeres, en la que todas las personas que estuvieran en la plaza debían ser féminas. Incluso policías, periodistas o alguacilillo.

Toda -«Toa, toa, toa», cantaba él- fue el nombre de su canción estrella cuando decidió adentrarse en el mundo de la música, eso sí, sin mucho éxito. El propio diestro cuenta que esa aventura le costó 80 millones de pesetas -casi medio millón de euros-. Un detalle: en Wikipedia sigue figurando como torero y cantante.

Una actividad de la que parece ahora haber pasado el testigo a su compañero de profesión Enrique Ponce, quien también anda grabando un disco con la ayuda del grupo Materia Prima.

También fue criticado desde el sector taurino por vestir de amarillo, meterse el pitón en la boca o subirse encima de un toro en pleno ruedo.

Pero eso no fue todo. También hizo publicidad, rodando anuncios para Colacao y Chupa Chups con el futbolista Johan Cruyff. Se prestó a una sesión de hipnosis en el programa Hola Raffaella y debutó en el cine de la mano de Santiago Segura en la película Torrente 5: operación Eurovegas.

Siempre que aparecía en la televisión, subía la audiencia. Intentaron que participara en Supervivientes, pero no se logró acuerdo económico. Sin embargo, a otros programas fue gratis, como a Qué apostamos, porque le divertía.

Treinta años desde su alternativa y 20 desde el grave accidente de tráfico que casi le cuesta la vida cuando volvía de una jornada de caza, una de sus aficiones. Pasó 25 días en la UCI y 40 más ingresado en el hospital Virgen del Rocío, en Sevilla. Sufrió rotura de vértebras y costillas y perforación de un pulmón.

Mucho se ha hablado de que fue entonces cuando conoció a María José Campanario, su mujer desde que ambos se casaran en 2002 en la Hacienda Benzauza (Sanlúcar la Mayor, Sevilla), a la que llegó a bordo de un helicóptero para la ceremonia.

Sin embargo, el propio Jesulín lo desmiente, y asegura que se conocieron un año antes, a través de una amiga común.

El diestro y su actual esposa, María José Campanario, en una de sus primeras imágenes juntos.
El diestro y su actual esposa, María José Campanario, en una de sus primeras imágenes juntos.
De su mujer dice que «aparte de que ha sido y es mi mujer, mi compañera, mi amiga y la madre de mis hijos -Julia y Jesús Alejandro-, ella ha sido uno de los puntales importantes que he tenido en mi vida y le doy gracias a Dios todos los días por haberla conocido».

Añade que con ella se puede hablar de todo y que «se deja querer, es muy divertida y muy dicharachera. Tiene sus prontos, como los tenemos todos». Casi 20 años juntos en los que «hemos tenido nuestras diferencias. Nos han puesto muchas piedras en el camino y aquí estamos».

Sobre su hijo, dice que no quiere ser torero, aunque le ayuda con la ganadería. Pero lo que él quiere es «que mi hijo sea buena persona. Yo lo apoyaré en lo que sea».

El libro dedica un capítulo Belén Esteban, pero sin declaración alguna de Jesulín sobre ella. La relación se hizo oficial cuando ambos asistieron juntos a la boda de Eugenia Martínez de Irujo y Francisco Rivera Ordóñez en la Catedral de Sevilla. Pero, tras el bautizo de la hija de ambos, Andrea, la pareja se separó, según el autor, a causa de la mala relación de ella con el clan Janeiro, durante el tiempo en el que todos vivían en la finca Ambiciones.

El torero compró esta finca en 1990 por 90 millones de pesetas, más otros 90 para construir la casa. El nombre se lo puso porque era el mismo del toro con el que debutó como novillero en la plaza de Ronda un año antes.

Un debut que logró tras engañar a Antonio Ordóñez, entonces responsable del coso rondeño, diciéndole que tenía 16 años cuando en realidad sólo era un niño de 13 años de edad.

Jesús y su familia viven ahora en el complejo Arcos Gardens, en Arcos de la Frontera (Cádiz), pero sigue conservando Ambiciones, una propiedad que ahora ha decidido alquilar para eventos y celebraciones, ofreciendo disponibilidad de terrazas, plaza de toros, capilla, gastronomía e incluso paseos en vehículos para ver de cerca la ganadería y conocer la finca.

Jesús Janeiro Bazán nació el 9 de enero de 1974 en Ubrique (Cádiz), una localidad conocida mundialmente por la marroquinería (trabajan para numerosas firmas internacionales de lujo). Y también por Jesulín. De hecho, su localidad natal le nombró Hijo Predilecto en 2003.

Es hijo de Humberto Janeiro López (fallecido en agosto 2020) y Carmen Bazán Domínguez, y tiene tres hermanos: Humberto Janeiro Bazán (piloto), Carmen (ex modelo y pareja de Luis Masaveu Herrero, perteneciente a una de las familias más ricas de España) y Víctor Manuel (también torero, casado con Beatriz Trapote, con la que tiene dos hijos y una niña en camino).

El libro hace un repaso por la vida de la familia Janeiro Bazán -sin olvidar a Currupipi, el tigre que le regaló José María González, entonces director del Circo Mundial-. Habla de la infancia del diestro, del colegio y de sus malas notas. De su primer beso, que se lo dio con 10 años a una chica llamada Mercedes y salió corriendo asustado.

Y de que, aunque él quería ser portero de fútbol, finalmente fue torero por una deuda que su padre contrajo con Rocío Jurado. Humberto era empresario de espectáculos y toros. Contrató a Rocío Jurado para la Feria de Ubrique, pero no fue bien y se endeudó. Debía dinero a la chipionera. Para pagarle la deuda, Humberto iba a vender un terreno, pero Jesulín le dijo «no vendas el campo, que yo me hago torero». Y con el primer dinero que ganó, pagó la deuda.

Pregonero del Carnaval de Cádiz en 1995 y admirador de Rafael de Paula, Paco Ojeda y Manuel Benítez, el Cordobés, Jesulín es amante de la velocidad y el riesgo, por lo que compró coches y motos de gran cilindrada. Le gusta apoyar causas benéficas, dicen que es un hombre más bien solitario y que es fan de Isabel Pantoja, de la que dice que ha tenido «la suerte de conocerla, es una maravilla de persona».

Una vida mediática que promete seguir dando guerra cuando pase la pandemia. Im-presionante.

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