Los chipioneros en el nomenclátor de Chipiona

Los chipioneros en el nomenclátor de Chipiona

Por Juan Luis Naval. Cronista de la Villa.
Desde la Edad Media los vecinos de los pueblos ponían los nombres de las calles según la zona donde estaban, los oficios o las actividades que se hacían en ella, o de los edificios relevantes. La gente solía mencionarlas como «Calle Larga», «Camino de Regla», «Plaza de la Iglesia», «Calle Cantarería», Banda de la Playa, etc.
Normalmente casi todas las ciudades y pueblos tienen una calle «Larga», «Real» o «Ancha», que por lo general se trata de la calle más importante. Algunas calles reciben el nombre de las familias o personajes que fundaron la ciudad o de personas dignas o importantes que hicieron algo por el pueblo, artistas, escritores, genios universales, etc.
Cada municipio posee sus propias normas para nombrar las calles, las plazas y las avenidas. En el caso de Chipiona, la Comisión del Callejero propone los nombres tras su estudio y evaluación, y eleva una petición al Pleno del Ayuntamiento, donde se somete a votación y es aprobada.
Los nombres que se evalúan por la «Comisión del Callejero» son propuestos por los componentes de dicha Comisión, por personas físicas individuales, por organizaciones vecinales, cívicas, culturales o de cualquier otro tipo. En cualquier caso, todos ellos deben justificar debidamente las razones de su solicitud.
Cuando se le impone a una de nuestras calles el nombre de un chipionero, surge enseguida la polémica entre los ciudadanos de Chipiona sobre si se lo merece o no, si está bien puesto o no.
Por supuesto, que cuando se concede una distinción de este tipo, hay que tener cuidado con la altura que se pone al listón para otorgarlo y de ese modo se evitarían las críticas hacia las personas elegidas. Sin embargo, no ocurre igual, y se queda todo el mundo tan tranquilo, ya que en estos casos no existe agravio comparativo, cuando se le impone a una calle el nombre de un pájaro, el de una flor, el nombre de un planeta o el de alguna figura de renombre, bien sea literaria, histórica, etc.
De las aproximadamente quinientas calles que componen el callejero de Chipiona, a lo largo de los tiempos, pocas personas de Chipiona fueron lo suficientemente merecedoras para que las distintas Corporaciones de nuestro Ayuntamiento decidiesen imponer su nombre a nuestras calles, y de tan pocas sólo cuatro lo fueron antes de la llegada de la democracia en 1979. No ha sido Chipiona precisamente muy dada a conceder este galardón a sus vecinos, y no, porque no los haya habido lo suficientemente ilustres como para merecerlo, ejemplos: José Miranda de Sardi, Federico Oliver Crespo, Fray Diego Carmona Bohórquez, Agustín Salucio, Miguel Espinosa Pau, Rocío Jurado, etc.
La Asociación Cultural Cæpionis, siempre ha sido partidaria y ha aconsejado a nuestro Ayuntamiento para que a la hora de imponer nombres a nuestras calles, sería conveniente de seguir el siguiente orden de prioridades para ello:
En primer lugar, pensamos que siempre que sea posible, se debe conservar el nombre del lugar, pago o calle que tuvo originariamente, como por ejemplo, en la zona de la Laguna mantener una de las calles con el nombre originario de “La Laguna”, como se ha hecho, si es en la “Caheta” lo mismo, cosa que no ha ocurrido, «El Barrero», «La Hijuelilla», etc., con la finalidad de que no se pierdan estos topónimos con los que han vivido durante siglos nuestros antepasados.
En segundo lugar, debe ser para recordar el nombre de las personas de nuestro pueblo o no nacidas en Chipiona, que por cualquier motivo o faceta de su vida haya sobresalido o realizado alguna labor en pro de Chipiona, de sus intereses, de la gobernabilidad, del turismo, del deporte, de la cultura, etc.
Y en tercer lugar, respetar el conjunto y entorno de las calles circundantes a la que se vaya a nominar, para que de esta forma si por ejemplo son nombres de flores, que estén agrupadas todas en la misma zona, al objeto de ser mas fácil su localización, y no ocurra como por ejemplo, la calle «Clavel», «Jazmín» o «Virgen del Rocío», que están totalmente equidistante de las demás calles con nombres de flores o vírgenes.
Volviendo por tanto a la segunda de las prioridades, las que llevan nombre de personas de Chipiona o que hayan desarrollado su vida en Chipiona aunque sean de fuera, sólo 26 personas han sido merecedoras de esta distinción, 17 hombres y 9 mujeres. De ellas 16 nacidas en Chipiona, 14 hombres y 2 mujeres. Y 10 de fuera que realizaron su labor aquí, 3 hombres y 7 mujeres.
Estos son sus nombres:
Manuel Bueno Castellano 29/09/1922.
Joaquín Jurado Romero,
Fray Baldomero González Castellano, 20/08/1936.
Francisco Lara y Araujo.
Rocío Mohedano Jurado «Rocío Jurado». 03/05/1976.
José Miranda de Sardi «El Poeta» 16/09/1982.
Sor Magdalena Rodríguez Pietri, «Sor Magdalena» 18/12/1985.
Pichichi 03/12/1987.
Padre Ángel Nebreda Larrá 25/05/1998.
Guadalupe Ruiz Rodríguez «Lupe la del Huerto» 24/02/2000.
Algarín 03/04/2001, Antonio Iglesias 03/04/2001, Cosme Mellado Caro 03/04/2001, Federico Oliver Crespo 03/04/2001, Fray Agustín Salucio 03/04/2001, Fray Diego Carmona Bohórquez 03/04/2001, Manuel Miranda de Sardi 03/04/2001.
Dolores Jurado Ricarte «Abuela Lole» 26/02/2002, Juan Ignacio de Sardi Mellado 25/06/2002, Ricardo Naval Mellado 25/06/2002.
Dolores Ibáñez Ruiz, «Dª Lola» 01/03/2005.
María de la Orden Serrano, «Mariquilla la Cañeja» 21/02/2006, Mª Luisa Rodríguez Bernal 28/11/2006.
Maestra Dª Josefa Delgado Jiménez 19/02/2010.
Ana Pomar Aláez, «Ana la de Panchito» 14/12/2012.
Antonio Caro Pimentel «Carito». Año 2014.

Para ver publicaciones anteriores:
http://chipionacronista.blogspot.com.es/
Juan Luis Naval Molero
Cronista Oficial de la Villa de Chipiona

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