Grandes especies y sus capturadores

Grandes especies y sus capturadores

Por Juan Luis Naval.Cronista de la Villa

Para acabar con estos capítulos sobre la pesca en Chipiona, podemos ver a continuación una colección de fotografías correspondientes a grandes capturas realizadas en Chipiona por nuestros marineros y aficionados a la pesca en el transcurso de los años, y cuantas he podido recopilar para mi colección particular:

En febrero de 1992, sobre las ocho y media de la mañana, fue capturado por dos marineros de Chipiona en la embarcación <>, los hermanos Rafael y Francisco Gómez Durán a la altura del bajo de Salmedina, un tiburón peregrino o <>, especie totalmente inofensiva para el hombre. Este pez “Trompa”, como se denomina popularmente a este tipo de escualo, medía 7,60 metros desde el hocico a la cola, y pesaba 4.500 kilos, el animal tenía según los estudiantes del Departamento de Zoología de la Universidad de Sevilla, ocho años de edad.
El traslado del tiburón desde el lugar de su captura hasta el puerto de Chipiona duró dos horas, debido al peso y dimensiones del animal; éste había sido capturado por la cola en una red fina de cerco, cuyo paño quedó totalmente destrozado por las fuertes sacudidas que dio al sentirse atrapado.
Este animal puede llegar a alcanzar los 13 metros de longitud y se le identifica por sus largas hendiduras branquiales, que se extienden por todo el ancho de su cuerpo. Tiene dos aletas dorsales y una anal, dientes muy pequeños en las mandíbulas y su color de piel es gris castaño. No es carnívoro, y se alimenta sólo de plancton marino. Sus arcos branquiales están dotados de hileras de finos rastrillos de diez centímetros de largo y unos mil en cada fila, que forman un fino tamiz a través del cual se filtra el agua antes de ir a los bronquios, separando los alimentos.

En junio del mismo año, fue capturado un tiburón gris o lobo de tres metros de longitud y 200 kilos aproximadamente de peso, en la zona denominada «Carbonero», junto a la costa de Matalascañas, los autores de la captura fueron los marineros de Chipiona, Juan Ramón López Sánchez y Fernando López Aguilocho, por mediación de una red de arte cazonal en cinco brazas de agua. Para conseguir sacar a flote al tiburón, estos pescadores tuvieron que solicitar ayuda de la tripulación de otra embarcación, ya que con la propia, el barco «Ajolí», no era posible capturar la pieza. Según comentario de los mismos marineros era frecuente ver tiburones por estas fechas en nuestras costas y que siempre van en pareja.

En septiembre de 1993, Manuel Díaz Cano e Isidro Cortés Cordero, capturaron un pez de grandes dimensiones denominado “Tarpón Atlánticus”. Pesó 37 kilos y su longitud era 1,70 metros. El pez fue capturado sobre las ocho de la mañana entre las piedras de un cuartelillo del corral de “Mariño” en la playa de Camarón. El pez entró en el citado corral y con la bajamar quedó atrapado en una pequeña laguna, circunstancia que aprovecharon estos dos mariscadores para capturarlo a base de golpes con un palo en la cabeza del animal.
Esta especie tiene su hábitat en los trópicos, desde Angola hasta Brasil. Los mayores de su especie pueden alcanzar los 2,50 metros, entre sus características destacan tres aletas ventrales y una dorsal, de la que sale una especie de “pluma”, las escamas grandes y muy sueltas en forma de medias lunas.

A finales de abril de 1998 se capturó un ejemplar macho de tiburón gris de 200 kilos aproximadamente y unos 3 metros de longitud. La pesca se realizó a unas cinco millas de la costa de Chipiona en dirección a Poniente. La embarcación llamada «José y María» propiedad de Francisco Gómez Bolaños utilizó para ello una red de 22 centímetros de malla. La aparición de este tiburón por estas aguas se vio favorecida por los vientos de Poniente primaverales que atraen a numerosas corvinas y con ellas a estos ejemplares.

En enero de 1999, mientras faenaba en la mar el pescador, Francisco Gómez Duran, quedo atrapado en sus redes un tiburón peregrino de tres metros y medio de longitud y 200 kilos de peso. La aparición hacía sólo unos días de un tiburón en esta zona es, según los expertos, porque en esta costa confluyen corrientes frías procedentes de Irlanda con otras cálidas que llegan de Canarias; además en la misma se encuentra la salida del mediterráneo, la apertura del Atlántico y la mezcla de las aguas dulces de la desembocadura del Guadalquivir. Todo ello procura que se creen unas condiciones especiales que en ocasiones origina la desorientación de estas especies.

En junio del mismo año, el pescador chipionero Miguel Ángel Caro Gallego, a bordo del barco <>, a unas 10 millas de Chipiona, en el lugar denominado “Carboneros”, capturó un total de 30.000 kilos de corvinas de una sola vez. La pesca se realizó mediante el arte del cerco y tuvo que ser ayudado por embarcaciones de la vecina localidad de Sanlúcar de Barrameda. Durante esta época del año las corvinas acuden al río a desovar y luego se reagrupan para volver a sus lugares de destino. Hasta esta fecha nunca se había conocido en Chipiona una captura como esta que superaba los 2.000 ejemplares y un peso medio entre diez y quince kilos. Su valor en el mercado alcanzó los 15.000.000 de pesetas. Anteriormente se habían realizado otras capturas como una de 3.000 kilos y otra de algo más de 1.000.

A finales de abril de 2.000, se capturaron por dos barcos de pesca artesanal en el litoral de Chipiona tres ejemplares de tiburón. Pesaron aproximadamente unos doscientos kilos cada uno. Uno de los tiburones fue pescado por la tripulación del barco “José y María” y los otros dos por el “Persigue el Mar”, a unas ocho millas de la costa.

Juan Luís Naval Molero. Cronista Oficial de la Villa de Chipiona.
Para ver anteriores publicaciones:
http://chipionacronista.blogspot.com.es/

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