Primero de noviembre, el día de Todos los Santos,  “Tosantos”

Primero de noviembre, el día de Todos los Santos, “Tosantos”

El célebre terremoto de Lisboa, ocurrido a las diez de la mañana del día 1 de noviembre de 1755, se dejó sentir en muchas partes de España. El Santuario de Regla sufrió bastante las consecuencias de este siniestro, viéndose inundado por las aguas que destrozaron la muralla que defendía al Monasterio.
Para memoria del suceso el Padre Prior, mandó pintar un cuadro, en cuyo lado izquierdo estaba representada la comunidad ante el altar de la Virgen y en su derecha la misma comunidad yendo procesionalmente a la Capilla del Humilladero.

En el pueblo, en Chipiona, las aguas alcanzaron también algunas calles y los vecinos sacaron hasta la «Cruz del Mar» al Cristo de las Misericordias y según la leyenda las aguas se retiraron.

Durante muchísimo tiempo el día primero de noviembre suponía para Chipiona uno de los días de fiestas locales más importantes del calendario. Además de la festividad religiosa, motivada por la procesión del Cristo de las Misericordias, se acostumbraba colocar a lo largo de la calle Isaac Peral una serie de puestos de frutas que le daban un aspecto festivo al pueblo, a la vez que posibilitaba el poder consumir una serie de frutas y frutos secos que no se daban entonces en Chipiona, o no eran fáciles de obtener el resto del año.

El día de todos los Santos, cerraba la temporada de otoño y comenzaba el invierno, la gente acostumbraba a estrenar sus ropas, vestimentas y calzados para la nueva estación que se avecinaba y la mayoría del pueblo salía este día de sus casas con tal motivo, asistiendo a la procesión del Cristo de las Misericordias y posteriormente se acostumbraba de comprar en estos puestos frutas que normalmente no se solía conseguir durante el resto del año.

Esta costumbre, con el paso del tiempo, se fue perdiendo poco a poco llegando a desaparecer, tal vez debido a que actualmente en cualquier época del año prácticamente, se puede adquirir cualquier tipo de frutas en el mercado o en las fruterías sin tener que esperar a los “Tosantos”. No obstante, desde hace algunos años, se están volviendo a colocar estos puestos de frutas en la Plaza Pío XII, y parece ser que se vuelve a recuperar esta tradición; la gente acude a ellos a comprar, debido tal vez, más bien a la nostalgia del recuerdo de antaño que por la posibilidad de degustar frutas que no les sea posible hacerlo en otro lugar.

Desde muy antiguo, este día estuvo considerado como fiesta local, según la documentación existente en el Ayuntamiento de Chipiona, en 1923, el cura párroco de la Iglesia Nuestra Sra. de la O, invita al Ayuntamiento para que asista a la procesión del día 1 de noviembre, fiesta de Todos los Santos.

Oficialmente en 1933, las fiestas locales de Chipiona acordadas por el Ayuntamiento eran el 8 de septiembre, el 1 de noviembre y el 25 de diciembre.

Curiosamente en 1936 hubo un cambio, la Fiesta de Todos los Santos de primero de noviembre, que estaba considerada como fiesta local, fue cambiada por el día 4 de abril en conmemoración de las dos personas que murieron en la actual calle Cemento con motivo de una manifestación, cambiándose el nombre de la calle por “Martires del 4 de abril”.
Con la llegada de la democracia, algunos años dejó de ser fiesta, pero ello no fue motivo para que los chipioneros siguieran celebrando este día acudiendo a la procesión del Cristo de las Misericordias en su recorrido hacia la Cruz de la Mar.

EL CRISTO DE LAS MISERICORDIAS

Desde el año 1550, fecha en la que ya existía la Ermita y la Hermandad, estaba dedicada ésta al Santísimo Cristo de las Misericordias, hermosa efigie de Jesús crucificado, del cual no se conoce con exactitud su origen ni el artista que lo realizó. Aunque diferentes expertos lo sitúan en el estilo de Roldán. Según se dice el anónimo escultor la hizo en la citada ermita dejándola allí, de lo cual nada hay escrito.

A la imagen del Cristo de las Misericordias, se le profesó siempre una gran devoción por parte de los chipioneros, viéndose acentuada a raíz del día 1º de noviembre de 1755, cuando a las diez de la mañana, estando en peligro de sucumbir la población bajo las aguas, a causa del famoso Maremoto de Lisboa que conmovió a Europa.

El pueblo de Chipiona y la Hermandad acordaron sacar en rogativa al Santísimo Cristo de las Misericordias hasta la Cruz del Mar, y al comprobar que las aguas comenzaron a retroceder se le atribuyó el milagro.

Desde entonces en Chipiona se celebra todos los años, el 1 de noviembre, en honor a la Imagen solemne función religiosa y devota procesión por la tarde haciendo el mismo recorrido que cuando sucedió el maremoto, en la que la Imagen del Cristo es conducida a la playa, desde su ermita a la plazoleta donde se alza la Cruz del Mar, en memoria de la prodigiosa liberación que consiguió el pueblo de los estragos siniestros del mar.

Es la única imagen que sale en procesión dos veces al año, pues además del día 1 de noviembre, por el motivo expuesto anteriormente, sale también el Viernes Santo acompañado de la Virgen de la Soledad.

En un principio la imagen del Cristo era sacada en Vía Crucis montada sobre una ancha cruz que era llevada a hombros.

En 1806 con motivo de una gran sequía, el pueblo sacó en rogativa por dos veces al Cristo de las Misericordias, hasta que en el mes marzo llovió, remediándose el campo que se encontraba en pésimo estado.

Como algo excepcional, se recuerda también la salida conjunta del Cristo de las Misericordias y la Virgen de Regla que se desplazó hasta la Ermita con ocasión de la visita de unos sacerdotes misioneros el año 1969.

Juan Luís Naval Molero Cronista Oficial de la Villa de Chipiona.

Para ver publicaciones anteriores:
http://chipionacronista.blogspot.com.es/

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