ÚLTIMAS VERSIONES, RESISTIRÉ

ÚLTIMAS VERSIONES, RESISTIRÉ

El Dúo Dinámico cumple estos días oficialmente en la música 50 años, que yo diría que son más. Ellos, Manolo y Ramón, tienen cada uno más de setenta. Hay que ver lo que puede ser hoy un hombre con esa edad y lo que con la misma eran mis abuelos. Físicamente no tienen nada que ver. Al Dúo Dinámico le pones ahora los jerseys aquellos rojos de manga corta con cuello de pico y la camisa de cuadros, y se quedan tan campantes. Vamos, sin ir más lejos, la tarde del sábado se presentó Arcusa en “¡Qué tiempo tan feliz!”, de la Campos, con una camisa rosa, y como si nada. Con lo que era en tiempos del franquismo machote un hombre con camisa rosa, si es que veías alguno, que yo ni los recuerdo.

El Dúo Dinámico es una de las bandas sonoras de España, que si casi siempre tuvo una canción como telón de fondo de nuestras vidas, ahora nos sirve para estos difíciles tiempos la de “Resistiré”. Almodóvar la relanzó en “Átame”, para culminar un filme magistral con Antonio Banderas y Victoria Abril. Como la serie televisiva “Verano azul”, del genial Mercero, descubrió a unas nuevas generaciones quiénes habían sido el Dúo Dinámico.

“Resistiré” está compuesta por el propio Manuel de la Calva y por Carlos Toro, el biógrafo por excelencia de Manolo y Ramón; y es un auténtico monumento a la tenacidad humana. Es una especie de canto de los luchadores, que ha llegado a erigirse hasta en la pura filosofía y en el himno de los enfermos de cáncer. No creo que se pueda contar mucho mejor lo que llega a ser en muchos casos nuestra superación. La metáfora del junco que se dobla, pero siempre sigue en pie, es tan real como la vida misma de los que han probado de sobra las adversidades y, sin embargo, no se rinden ante ellas. No es simplemente una canción. “Resistiré” es una auténtica biografía en tres minutos para millones de hombres y mujeres padeciendo el atentado diario de los sinsabores, de los esfuerzos que parecen no tener fin, o de las oraciones que diríamos no ha escuchado ningún Dios. Pero me suena divinamente a estímulo cuando recorro caminos de convicciones profundas en los que algunos quieren cortarme el paso; o si, sobre todo, escribo palabras al aire de la democracia, persiguen, sin conseguirlo, amordazarme en el derecho fundamental a la libertad de expresión.

Esto de escribir funciona, me va bien. Tengo enemigos. Ha empezado, más que nunca, eso bien dudoso que llaman éxito. Van llevando razón tantos como durante años me insistían en que lo hiciera: escribe, escribe, escribe, lo tuyo es escribir. Las grandes causas para prodigarme se han colocado ya justo en el doble y necesario filo de la navaja al que he llegado con mis artículos: miles de lectores de este diario que me halagan y hacen dulce mis colaboraciones; pero también otros, imprescindibles para esa resonancia, que ya desean mi censura en los tiempos constitucionales que la suprimieron.

Resistiré. No lo duden. Resistiré los años que Dios quiera, que no sé si llegarán a ser tantos como los del incombustible Dúo Dinámico. Y quienes desean minar mi valentía y mis profundas convicciones, que localicen el miedo por otra parte. Yo no sé qué es eso. Resistiré. Por mi propia dignidad y por el enorme respeto que me merecen los lectores de un diario independiente.

José María Fuertes

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