Miguel Gallardo presentó el al Mizar, primera novela de la sevillana Carmen de la Rosa escrita desde Alemania y editada por Almuzara

Miguel Gallardo presentó el al Mizar, primera novela de la sevillana Carmen de la Rosa escrita desde Alemania y editada por Almuzara

El abogado y periodista Miguel Gallardo presentó en la Casa del Libro de Sevilla la novela El Al Mizar de Carmen de la Rosa. Editado por Almuzara, que también se presentó ayer en la Casa de la Cultura de Paterna del Campo, Huelva.

Al acto de presentación acudió la escritora llegada desde Alemania donde reside y el acto fue presentado por el jefe de programas de Radio Sevilla y director de Ser Viajero José Vicente Dorado.
Mas de cien personas se dieron cita en la presentación entre los que se encontraban Isabel Fayos, Amalia del Estad, José María Fuertes y el recientemente premio Ateneo de novela histórica Francisco Gallardo.

EL AL MIZAR

«El Al Mizar», primera novela de la sevillana Carmen de la Rosa escrita desde Alemania. Seis hermanas de la burguesía rural sevillana, ante la imposibilidad de vender el Al Mizar, un castillo árabe heredado de su madre, deciden escribir la singular historia de la familia para así superar la mala situación económica en que se encuentran, hacer famoso el castillo y así poder venderlo.

Mientras Amalia (que ha estudiado periodismo) escribe el libro a partir de las aportaciones y recuerdos de todas ellas, indagan la razón por la que su madre cedió la administración del cortijo a un primo, Sebastián, que la chantajeaba con hacer público un turbio secreto de tiempos de la Guerra Civil. Las hermanas harán pesquisas entre familiares, amigos y conocidos aún vivos, hasta toparse con el enigma de un cadáver enterrado en el llamado Barranco de las Ranas y el descubrimiento de un misterioso medallón.
«El Al Mizar» es una deliciosa novela costumbrista, repleta de intriga y pinceladas de humor, con un asombroso desenlace. Carmen de la Rosa se ha inspirado en hechos reales de su propia biografía para atrapar al lector en las redes de una saga familiar absolutamente irresistible.

Una saga familiar con un viejo castillo como centro y motor de la trama

Carmen de la Rosa nació en Sevilla, en una familia de la burguesía rural. Fue ama de casa hasta que con 35 años estudió en la Universidad Complutense, licenciándose en Periodismo. Realizó posteriormente dos años de Doctorado y un curso de Relaciones Internacionales en el Instituto Ortega y Gasset de Madrid. Con treinta años obtuvo la licencia de piloto privado, y con treinta y dos el título de profesora de danza española en el Conservatorio de Murcia. Desde hace una década trabaja en GoYa!, su propia agencia de publicidad ubicada en la localidad alemana de Heidelberg, donde es también chef de cocina después de estudiar gastronomía en Le Cordon Bleu de Londres. Todas estas experiencias las refleja en su primera novela, «El Al Mizar».
Viajera impenitente, conoce casi toda Europa y gran parte de América y África. Ha residido en Sevilla, Almería, Múnich, Hamburgo, Dusseldorf, Londres y, en la actualidad, en Heidelberg.

Hoy, a sus 61 años, trabaja en GoYa!, su propia agencia de publicidad en Heidelberg (Alemania). La gran cantidad de experiencias que acumula en el contador de su vida se reflejan en la que es su primera novela, El Al Mizar. “Soy una mujer inquieta, activa”, explica. “Para mí es muy importante la energía y creatividad, cualidades que marcan el hilo conductor de mi vida. Me han ayudado a conseguir los objetivos deseados. Como Amalia, la protagonista de la novela“.

De la Rosa comenta que no sigue “ninguna metodología” a la hora de escribir. Empieza por un impulso, una necesidad. Sabía que en mi familia había suficientes historias y secretos para escribir no una, sino tres o cuatro novelas. Es entonces cuando una de sus hermanas, Rosario, la desafía: “¿Eres capaz de hacerlo, dejar constancia de la historia familiar?”. Ella, presta, recoge el guante y en cuatro meses termina la historia.

Su cerebro es un ensueño que no descansa ni un minuto. Dice que tiene “enjaretada” su segunda novela. En ella Amalia “resuelve sus berenjenales españoles y se encuentra en Heidelberg con otros misterios que le complican la vida”. Antes de esto, explica, quiere terminar Amapola 15, “otra novela coral con mujeres como protagonistas”.

En Libros.com, y ante la vitalidad que muestra esta escritora, hacemos nuestro también el lema de uno de los nietos trillizos de nueve años que tiene. “Haga feliz a mi abuela, compre su novela”.
ENTREVISTA

– ¿Que le movió a escoger este tema? –
-El tema familiar, la saga de una familia andaluza…Creo que ha sido interesante relatar las vidas de mis abuelos, que es totalmente verídica, no así las de mis padres y las de mis hermanos. Aunque me he basado en hechos reales, hay más ficción que realidad. Y sobre mis hermanos, no, no hay nada de verdad en los del Ríos Panero. Los hermanos de Amalia son muy diferentes a los míos. Por otra parte tengo que decir que el inspirarme en la historia familiar me ayudó a escribir El Al Mizar. Yo no sabía cómo se escribe una novela, no había estudiado en una escuela de escritores, mis trabajos de periodismo no tenían nada que ver con la literatura. Si no llego a basarme en hechos familiares, en mi propia vida, creo que no hubiera podido escribir una novela como El Al Mizar, de 331 páginas, con tantos personajes, secretos e historias que se van entremezclando.
– ¿Cuanto tiempo le llevó escribir la novela? –
-Casi cuatro meses. El Al Mizar está escrita en tiempo real. Empieza un 15 de diciembre de 2009 con el email de Juana, la hermana mayor y termina el 4 de abril del año siguiente, domingo de Resurrección. Claro que después he necesitado más de un año para pulirla y dejarla lista para la imprenta. Durante todo ese tiempo conté con la fantástica ayuda de mi hija Patricia. Desde el primer capítulo ella me ha ayudado, hemos trabajado codo a codo. Fueron unos meses inolvidables, preciosos, divertidos. Y de muchísimo trabajo. Hasta los fines de semana me los pasaba en la agencia, con el ordenador, en la mesa de reuniones, frente a un gran ventanal, enfrascada en mi historia, sin ni siquiera tiempo para contemplar las barcazas que río arriba y abajo se deslizaban por el Neckar.
– ¿Por qué escogió ese título?
–Al principio cambié todos los nombres de la historia, excepto Sevilla, Huelva y Punta Umbría. Al castillo auténtico, que es de mi familia, le cambié una sola letra. Le llamé Al Mizar porque busqué en internet y encontré que así se llama una estrella doble de la Osa Mayor, una de las más luminosas. Es compañera de Alcor y mira por donde, el Alpízar está en lo alto de una colina, de un alcor. Terminada la novela decidí devolver los nombres auténticos a los pueblos que salen en la historia para hacerla más verídica. Pero me había encariñado con Al Mizar así que le dejé su nombre ficticio. Yo espero que el nombre de estrella que tiene mi novela me traiga suerte, que ilumine su camino, que le haga llegar a la Feria del Libro de Guadalajara, a lo que aspiran las hermanas de mi relato.
– ¿Hasta qué punto sus vivencias personales están estrechamente vinculadas a esa trama familiar?
–Mis vivencias personales están muy vinculadas con las historias que cuento. Hay mucho de mi infancia, muchísimo. Y de mi vida actual en los textos de Amalia en Heidelberg. Claro que Amalia es una mujer mucho más optimista y fuerte que yo. Yo le he adjudicado a Amalia virtudes que yo echo de menos. Esa es la magia de la escritura, crear personajes, hacerlos vivir, sentir, hablar. Y claro, Amalia, que es mi alter ego, ha salido muy beneficiada. Pero bueno, sí, tengo que admitirlo, hay mucho de mí en El Al Mizar.
– ¿Habrá una continuación de El Al Mizar?
–Sí, El Al Mizar no es una novela cerrada. Ya tengo enjaretada la trama de su continuación. Al final de El Al Mizar Amalia regresa a Heidelberg esperando recuperar su vida tranquila en la agencia. Pero nada de nada. En Alemania le esperan nuevos misterios e historias que resolver. Y Amalia se embarca en otras aventuras.
– ¿Tiene previsto escribir otras novelas?
–Tengo una terminada que se va a llamar Amapola 15, creo que será la siguiente que publique. Y otra empezada que está ambientada totalmente en Serón y en Almería. Tiene ya nombre, El Inglés de Serón y es, como El Al Mizar, costumbrista y de intriga.

– ¿Qué le aconseja a aquellas personas que piensan en escribir y publicar como lo ha hecho usted?
–Yo les aconsejo que tengan paciencia y que lean mucho, sin descanso. Y que guarden experiencias, vivencias, que vayan por la vida con los ojos bien abiertos anotando en la memoria hechos importantes… o no, pero que les llamen la atención. Que escriban pequeños textos, cuentos. Que lean a los grandes, no solo libros de entretenimiento. Pienso que para escribir una novela se necesita de un buen almacén de recuerdos. Yo también les aconsejaría que procuren no caer en sentimentalismos, sobre todo a las mujeres. La ironía y el tono de humor, lúdico, amable, ayuda mucho. Y también evitar en lo posible lo dramático, las truculencias. Escribir con un lenguaje sencillo, que no tiene por qué ser ramplón o burdo. Mi principal consejo: leer, leer buena literatura. Y no perder las esperanzas de publicar.

– ¿Por qué “El Al Mizar”?

Al escribir la novela cambié los nombres del castillo y de los pueblos vecinos. Una vez finalizada, me pareció que los nombres ficticios restaban credibilidad al relato. Entonces les devolví los auténticos, menos al castillo. Había investigado en Google y encontré que Mizar es el nombre de una estrella doble de la Osa Mayor, una de las más brillantes. Era el nombre perfecto para mi primera novela, el nombre de una estrella, para que la guíe por buen camino. Por eso se llama El Al Mizar.

– ¿Cómo surge la historia de estas seis hermanas? ¿Está ligada a su propia experiencia vital?

Surge porque escribí un librito de memorias llamado El Club de Serón. Al dárselo a leer a una hermana, ella me retó a narrar nuestras historias familiares en plan novela. Por ella, y por una seroniana, María del Mar Pérez Tijeras, soy ahora escritora. María del Mar, en una visita que nos hizo al cabo de mucho tiempo, me hizo recordar hechos y anécdotas de los maravillosos años que pasamos en Serón. Me puse a escribir y, los pocos meses, les regalé el libro de memorias. Y después vino El Al Mizar.

– ¿Cuál ha sido el mayor reto a la hora de escribir el libro?

El mayor reto ha sido el plasmar en ella recuerdos de mi vida entremezclándolos con hechos imaginados para conseguir una coherencia en el relato porque, El Al Mizar, está construido con muchas historias de diferentes estilos: epistolar en los emails, crónica histórica, tiene pinceladas dramáticas, líricas y mucho, mucho humor.

– ¿Qué es lo que hay de Carmen de la Rosa en la obra? ¿Tiene algún tipo de alter ego?

Sí que hay mucho de mí en El Al Mizar. Amalia, su protagonista, es como mi hermana melliza. Pero ella es mucho mejor persona que yo. A ella la he investido con las virtudes que a mí me gustaría tener. Sobre todo le envidio su enorme optimismo, y mejor humor.
¿Cómo describiría la experiencia de abordar un proyecto de este tipo? ¿La repetirá? ¿Tiene el tintero cargado para una nueva aventura literaria?

Lo describiría como una sorpresa. Me he llevado una enorme sorpresa al poner el punto final del epílogo y constatar que he podido poner en pie una novela como El Al Mizar, como si fuera una colcha de retales hecha con historias de colores y texturas diferentes. Gracias a los dioses filabreños, que pude contar con la ayuda de mi hija Patricia, almeriense. Con sus fantásticos consejos conseguí que El Al Mizar se mantuviese firme en su bastidor.

– ¿Considera que es complicado publicar en el panorama editorial actual?

Aunque yo he tenido la inmensa suerte de encontrar en poco tiempo una editorial tan importante como Almuzara que confiara en mi novela, sí, pienso que es muy difícil conseguir publicar hoy en día. No hay nada más que ir a una librería y comprobar la inmensa oferta literaria actual. Las librerías no cuentan con espacio físico suficiente para colocar las novelas que les van llegando continuamente. Ese es el gran problema; si logras publicar y la novela no despega en el primer mes, el librero no tiene otra alternativa que sustituir tu novela por las nuevas que le van llegando. Es muy difícil publicar, y mucho más, mantener tu libro en los escaparates.

-¿Por qué cree que deben leer “El Al Mizar”.

Pues como contestación a su pregunta, voy a transcribir aquí un bonito correo que me ha mandado una lectora de Almería.

“No sabe usted lo que he disfrutado leyendo su libro. Me ha entretenido, divertido, emocionado y sorprendido hasta su última página. Me ha gustado tanto, que lo he vuelto a leer para disfrutarlo de nuevo pero esta vez desmigado, y recreándome aun más con cada historia, cada personaje, con cada golpe de ese maravilloso sentido del humor que usted tiene, disfrutando sus descripciones metafóricas de cada lugar, de cada momento suyo… Cada día me ha sorprendido con un ingrediente nuevo a saborear. Sin lugar a duda ha sido su mejor plato como chef: sabroso, ligero, picante… “delicioso” (como dicen los dibujos animados de Dora la Exploradora). En su libro, ha sabido mover de manera magistral los hilos de cada personaje, siendo generosa con cada uno de ellos. El desenlace final no me lo esperaba, lo ha escondido maravillosamente hasta el final.»

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