La actuación de una remodelación funcional del edificio, que es la que se ha hecho, tal como proponía desde un principio IU, en contraposición de la demolición que proponía el PSOE, es la que ha permitido el descubrimiento de los vestigios en el Mercado de Abastos.

El tiempo, como siempre, es el que va dando la razón a las luchas justificadas por proteger en este caso el mercado de abastos de nuestra ciudad. Una lucha que abanderó el Aula Gerión, creándose una plataforma en la que IU de Sanlúcar y otras asociaciones estuvieron representados.

Fue una lucha que a través de las más de 5000 firmas ciudadanas conseguidas con la “Campaña Salvemos el Mercado”, de las concentraciones en la calle y sobre todo la falta de presupuesto, se consiguió parar la demolición por parte del Ayuntamiento del Mercado de Abastos.

Un siniestro plan que preveía demoler, no sólo este edificio sino las edificaciones antiguas situadas debajo de la barranca, desde las Bodegas de Orleans-Borbón en la calle Baños, hasta el carril de los Ángeles, es decir todo un entramado urbano, el más antiguo del barrio bajo, donde se formó el primer núcleo comercial de tiendas y almacenes de la Alcaicería y donde se ubicaba la Casa de Contratación en torno a la calle del Truco. Toda una intervención ilegal, en base a las leyes de patrimonio histórico y las leyes específicas que afectaban a este histórico edificio y su entorno.

Todo esto viene al hilo de la noticia que estos días aparece en los diarios, donde el Ayuntamiento se felicita así mismo por haber hallado una calle que data del siglo XVI en los trabajos de control arqueológico que se están llevando de forma paralela a la rehabilitación del mercado, concretamente en el espacio de “La Corraleta”.

En Izquierda Unida, como no podía ser de otra manera, nos alegramos enormemente de este hallazgo, pero queremos recordar que no es una novedad, como anuncian a bombo y platillo, sino que este calle, denominada Jardines, ya hablaba de ella el historiador Velázquez Gaztelu en 1744 y Pedro Barbadillo la describe así en su libro de historia de Sanlúcar de 1942: “Al construirse en el siglo XVIII el mercado de abastos, se dejó en su parte superior, en la rinconada del jardín de los Duques de Medina Sidonia, una plazoleta que era por donde iba el primer trozo de la antigua calle de Jardines, la cual más adelante se incorporó al mercado, constituyendo lo que se llamaba el muelle de la verdura, con una puerta que antes estaba en la verja de la plaza dando salida a ella y frente al muro del jardín y que hoy está dando salida y frente a la Cuesta de Belén, pues las últimas reformas del mercado han respetado el emplazamiento de esta puerta, aunque ha desaparecido todo lo que era palenque y muelle de la verdura”.

En los mismos términos comenta Carmen Rodríguez Duarte, a raíz de un documento hallado del siglo XVII que trata de un litigio entre tres comunidades religiosas, aportando un plano de la ciudad, donde figura esa calle ahora redescubierta.
En fin, que como decíamos al principio, que el tiempo hace justicia, nada de esto habría sucedido si se hubiera llevado a cabo la destrucción total del mercado de abastos como bien pretendía llevar a cabo el equipo de gobierno PSOE-Ciudadanos en legislaturas anteriores.

No obstante y hablando de la rehabilitación del mercado, cabe pensar que el director de la intervención arqueológica no estaría contratado o no estaría presente en el descubrimiento de los pilares y arcos de los puestos más antiguos construidos con sillares de piedra como indicaba el mencionado historiador Velázquez Gaztelu, que estuvo presente en su edificación en 1744:

“El patio central del Mercado se compone de cuatro ángulos techados que estriban sobre 28 arcos y pilares de piedra berroqueña, 9 por cada lado y 5 en cada frente, dejando desde las paredes a los pilares 3 varas de hueco para la colocación de las verduras de las huertas en cada arco, cuyos nombres se leen sobre unos azulejos mandados hacer al propósito”. Pues bien, en vez de dejar a la vista el material noble de la piedra, se vuelve a recubrir con cemento, borrando este vestigio de la historia. De los azulejos tampoco se sabe nada.

En el exterior, igualmente aparecieron antiguos arcos, puertas sillares de piedra que podrían datar del siglo XV al XVIII procedente de edificaciones que quedaron integrasen el mercado cuando éste se edificó en el siglo XVIII, por desgracia, también han sido enfoscadas con cemento. La conservación de estos pilares y arcos, tanto de interior como de exterior hubiesen otorgado mayor valor histórico y categoría a este edificio.

Desde Izquierda Unida queremos hacer una llamada de atención al Ayuntamiento y a la Gerencia de Urbanismo por la falta de rigor en la rehabilitación y conservación de este Patrimonio Histórico, que sólo pretendían demoler, como han hecho con otras tantos edificios, y que realmente lo único que les ha parado, no ha sido el clamor de la ciudadanía sino la falta de presupuesto de la Junta, que finalmente se han tenido que utilizar fondos del Profea.

La actuación de una remodelación funcional del edificio, que es la que se ha hecho, tal como proponía desde un principio IU, en contraposición de la demolición que proponía el PSOE, es la que ha permitido el descubrimiento de esos vestigios. Medallas ninguna señor Mora.

Desde Izquierda Unida, instamos al equipo de gobierno, a que se limpien los enfoscados de cementos de los pilares, arcos y sillares, tanto interiores, como exteriores, para que este edificio luzca como se merece la ciudad y la ciudadanía sanluqueña.