Vientos de 45m/s se llevan algunos de los invernaderos de Chipiona

Asaflor, sectorial de Asaja-Cádiz, muestra su intranquilidad por la cercanía de este percance con la celebración del Día de los Enamorados, fecha clave de ventas en Chipiona a la que no podrán optar algunos floricultores porque sus infraestructuras han saltado por los aires. Agricultores que vivieron el suceso dentro de sus invernaderos aseguran que sus manómetros midieron ráfagas de 45 metros por segundo.

A su paso el viento ha destrozado varios invernaderos conocidos como los multitúnel, provistos de las últimas tecnologías en pantallas de fotoperiodo para simular la noche o el día, sistemas de luces y calefacción. Estas infraestructuras de altos costes para los agricultores han volado, se han desplazado de sitio o se han roto, cayendo encima de los mismos cultivos. El principal problema con el que se encuentran los floricultores es que el cultivo estaba a punto de florecer para proceder a su recogida y la mayoría de los afectados no florecerán porque son cultivos protegidos y han quedado desprovistos de luz y calefacción. Asímismo, otros cultivos, que no requieren luz o calor, también sufrirán daños porque suelen estar protegidos y han quedado a la intemperie. Los técnicos de Asaflor, han visitado parrales con el techo desplomado y estructuras de plástico que han salido despedidas.

Flores afectadas
Por cultivos, los daños han sido variados. A partir del temporal, las rosas están expuestas a la aparición de infecciones de botritis, relacionadas con la exposición de la planta a la humedad y manchas en las hojas que impiden su puesta en el mercado. Las margaritas no van a florecer por la imposibilidad de ofrecerles luz artifificial, los claveles y las mathiolas han quedado aplastados por las mismas infraestructuras a las que ha vencido el viento y no subsistirán al quedarse a la intemperie. Por su parte, los bulbos sufrirán un fuerte atraso en la producción, hecho que romperá la cadena normal de producción y traerá consigo grandes pérdidas.

La mayor preocupación para los afectados es que a la crisis actual se suman los daños causados por el temporal de viento que les pone en una grave tesitura –con pérdida de los sistemas mecánicos que soportan gran parte de la actividad- porque han visto perjudicadas la mayoría de sus inversiones y sienten que tienen que “partir de cero en el peor momento”.

Asaflor insiste en que sus peores augurios se han hecho realidad porque ha tenido que pasar este episodio para que las autoridades se den cuenta de que no hay un seguro que cubra las necesidades específicas de la Costa Noroeste. En su momento, Asaflor hizo partícipe a la empresa aseguradora de que las líneas propuestas no contemplaban la alternancia de cultivos, propia de Chipiona, y por tanto dejaría fuera de las indemnizaciones a todos los floricultores.

Además, la asociación denunció en su día que los parrales de Chipiona, estructuras construidas desde los comienzos de la flor en esa zona, no tienen la altura exigida en las condiciones de los seguros pero según los floricultores siguen dando rendimientos por lo que se pidió que contemplaran las medidas de esas infraestructuras.

Asaflor, pide que alguien se responsabilice de las grandes pérdidas que van a sufrir los floricultores dañados y que se escuche al sector con detenimiento a la hora de establecer las características de los seguros agrarios para que situaciones como ésta no vuelvan a repetirse. La asociación ha enviado esta nota a Enesa, (Entidad Estatal de Seguros Agrarios).

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